viernes, 30 de julio de 2010

El dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) Martín Esparza sostuvo que la política es el camino para resolver el conflicto que mantiene

México.- El líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, aseguró que la principal demanda de la mesa de negociación no es que se entregue la toma de nota a la dirigencia que éste encabeza, sino la contratación de los ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC).

En conferencia en el auditorio del gremio, Esparza dijo que la intención es lograr no sólo el reconocimiento del sindicato, sino que se tome en cuenta a los trabajadores que participaron en el movimiento de resistencia contra el Decreto de Extinción de LFC, para que puedan seguir desempeñando su labor en materia de la operación y mantenimiento de la red eléctrica de la zona centro del país, además de que a partir de las negociaciones que mantienen desde el 26 de julio en la Secretaría de Gobernación (Segob), también se les permita operar la red de fibra óptica que formaba parte de las infraestructura de la extinta paraestatal.

Dijo que al negarles la toma de nota, documento mediante el que se reconoce oficialmente a la directiva del gremio, el gobierno federal estableció la estrategia para dejar en la indefensión jurídica al sindicato.

En este sentido, recordó que en los próximos días realizará una visita a Cananea, Sonora, en la cual firmará un compromiso con el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros para establecer un movimiento que tenga como objetivo demandar que se entregue la toma de nota para las dirigencias de ambos sindicatos.

“Porque el punto principal es la toma de nota de los mineros y los electricistas”, enfatizó.

Esparza refirió que los recursos económicos del gremio son de los trabajadores, y sólo a éstos se les tiene que informar al respecto; así como que la corriente del gremio que encabeza interpuso una demanda contra Alejandro Muñoz, ex tesorero y líder de la disidencia, por un fraude en detrimento de la organización, el cual asciende a 520 millones de pesos.

Finalmente, el sindicalista rechazó que el SME tenga entre su plan de acción la toma de las instalaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y señaló que sólo se trata de repartir volantes a los usuarios de la terminal aérea.

MILENIO

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