La Secretaría de Gobernación (Segob) consideró que la huelga de hambre que han sostenido ex trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) pasó de ser un tema político para convertirse en humanitario, donde frente a un posible desenlace fatal, provocado por la gravedad de los ayunantes, perderá toda la sociedad.
En conferencia de prensa, el subsecretario de Gobierno Roberto Gil Zuarth dijo que ante dicha posibilidad, "no gana o pierde una de las partes en conflicto, sino quienes han apostado por la Ley, el diálogo y la tolerancia".
"Perderán quienes se han inclinado por los mecanismos para pacificar las tensiones que surgen de una realidad plural que nos define y nos reconoce.
"Es una derrota de los mecanismos que nos hemos dado precisamente para pacificar nuestras propias tensiones", apuntó Gil Zuarth, tras enfatizar la disposición del gobierno federal para otorgar atención médica a los ayunantes, el cual, ha sido rechazado.
El funcionario reiteró que en torno al conflicto de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), es inviable promover la figura del patrón sustituto porque representaría un gasto al erario por la recontratación de más de 44 mil trabajadores de unos 700 mil millones de pesos.
Gil Zuarth comentó que el diálogo tiene que responder a las inquietudes y las exigencias de ciertos actores sociales, pero hay la obligación de no provocar un problema mayor en la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
"Hemos hecho llamados consistentes, la responsabilidad democrática nos obliga a no ceder a ciertos espacios que no son prudentes ni tampoco responsables en el largo plazo", apuntó Gil Zuarth.
Recordó que El Ejecutivo ha ordenado a la Segob ser el vehículo de comunicación, por lo que ha mantenido contacto con las distintas expresiones sin condicionar el diálogo ni sujetado a algún comportamiento de los ex trabajadores, que se reanuda hoy por la tarde
EL UNIVERSAL
jueves, 22 de julio de 2010
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