La Comisión Permanente del Congreso de la Unión urgió al presidente Felipe Calderón a dar respuesta a las demandas del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y acordó constituir un grupo plural de legisladores que actuará como mediador entre las partes en conflicto, con la finalidad de lograr un acuerdo justo que permita salvar la vida de los dos electricistas en huelga de hambre que están en situación de gravedad extrema.
El acuerdo se logró tras un cambio radical en la postura del PRI, cuyas bancadas apoyaron la propuesta perredista presentada por el diputado Agustín Guerrero, de crear una intermediación del Congreso en el conflicto. Antes, los priístas se reunieron con el dirigente del SME, Martín Esparza.
En tribuna, el diputado priísta Manuel Cadena exigió a Calderón resolver de “una vez por todas” el problema laboral y social de los electricistas.
El apoyo del tricolor al SME desconcertó al PAN y motivó un acre debate. En tribuna, el senador panista Rubén Camarillo acusó al SME de ser responsable de la situación de quiebra de Luz y Fuerza del Centro (LFC) y exigió a Esparza que haga uso de su liderazgo para que Cayetano Cabrera y Miguel Ángel Ibarra terminen la huelga de hambre.
“Sería una infamia imperdonable que en un malentendido liderazgo, como presea de este movimiento alguien muera”, sostuvo. E incluso leyó un comunicado del subsecretario de Gobernación, Roberto Gil, en el que solicita a Esparza que se permita dar atención médica a los dos huelguistas de hambre en riesgo de perder la vida.
De inmediato respondieron perredistas y petistas. El senador Pablo Gómez sostuvo que “sería una canallada que el gobierno federal estuviera esperando, con el oficio del subsecretario de Gobernación al líder del SME, un deceso para culpar al sindicato del mismo”.
Gómez Álvarez recordó a Camarillo que una huelga de hambre no se puede levantar por mayoría en una asamblea y menos por orden de un líder sindical. “El propio Cayetano Cabrera está pidiendo una interlocución personal con las autoridades y no se la han concedido”, señaló, y dijo que el panista “defendió en otros momentos la huelga de hambre como método de lucha, ¡pero no en este país!”
El diputado Mario di Costanzo, del PT, pidió a Camarillo no decir tantas “sandeces y burradas” en tribuna y reivindicó la intención de crear el grupo plural de legisladores, ya que está en juego la vida de dos trabajadores y el sustento de 44 mil familias.
Agustín Guerrero resaltó que es pueril querer responsabilizar al SME de la ineptitud y corrupción de los funcionarios que dirigieron Luz y Fuerza e insistió en que el pueblo de México ve con indignación y dolor “cómo se consumen día a día las vidas de Cayetano Cabrera y Miguel Ángel Ibarra, quienes, junto con sus demás compañeros en huelga de hambre, lo único que hacen es defender sus derechos laborales”.
El priísta Manuel Cadena Morales exigió a Calderón que instruya a los secretarios de Gobernación, Francisco Blake Mora, y del Trabajo, Javier Lozano, “para que de una buena vez por todas resuelvan el problema del SME”.
Dijo que en la reunión que sostuvieron por la mañana con Esparza “avizoramos que están en la voluntad de buscar caminos de solución. Todos seremos culpables” si se permite que fallezcan los dos trabajadores. Luego se dirigió a Blake: “Échele ganas, este problema tiene solución. Inaugúrese quitándole al país un problema social y laboral”.
El priísta Héctor Pablo Puga advirtió que el gobierno federal puede liquidar empresas, pero no sindicatos ni trabajadores.
El punto de acuerdo se aprobó por mayoría.
Después Pablo Gómez propuso que el Congreso interponga ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una controversia constitucional contra el presidente Felipe Calderón, porque al momento de emitir el decreto de extinción de LFC no creó un organismo público encargado de prestar el servicio eléctrico en la zona central del país.
jueves, 22 de julio de 2010
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